Además de la participación de los hermanos Roca, el restaurante Moo cuenta con otros argumentos para convencer al comensal.
Para empezar, su local, en los bajos del vanguardista Hotel Omm, es un ejemplo de excelente diseño moderno y funcional. A pesar de estar anexo al bar de copas del establecimiento, los usuarios de uno y otro lado disfrutarán del ambiente conjunto pero no revuelto.
Su cocina realiza platos en tres cuartos de ración que permiten compartir platos, o pedir más de dos a los que tengan más saque.
Su cocina creativa, brilla especialmente en las elaboraciones atrevidas, como la cigala con curry, rosas y regaliz, o el arroz ahumado de bacalao. Entre los postres, de buen nivel general, destaca el suave cremoso de chocolate y plátano.
Elegante selección de vinos, aunque plasmada en una poco manejable carta. Sin duda, sale más a cuenta pedirle consejo al sumiller, y más, sabiendo que el joven Roger Viusà fue el vencedor del campeonato de Europa 2008 de sommeliers.
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